Esta entrada es un intento de reflexión y comprensión de lo que pasa en un paÃs ajeno y desconocido, a partir de las conversaciones tenidas con distintas personas a lo largo de las 2-3 semanas de estancia allÃ. Sacar conclusiones de lo que está pasando en un paÃs a partir de dichas conversaciones, percepciones y extrapolaciones, siempre es algo arriesgado de hacer, pero a la vez, creo que es importante pues el mundo en el que estamos nos pide que le entendamos, que no es uniforme, que cada rincón tiene sus formas y modos de hacer, de relacionarse, de actuar y por ello siempre estaremos en la cuerda floja cuando intentamos descifrar algunos de esos códigos. Sin embargo ese intento es para mi imprescindible en los tiempos que corren, en los momentos de cambio que estamos viviendo y los que se avecinan.
Llegando a Irlanda desde España, lo primero que se te viene a la cabeza en estos momentos, es, Irlanda fue rescatada, ¿han sobrevivido? ¿son felices? ¿en qué han cambiado las cosas? y como es de imaginar no existe una respuesta clara 🙂
Leyendo artÃculos cómo Irlanda concluye su proceso de aprobación del fondo de rescate europeo , que tras otros como No lo llames rescate, llámalo suicidio irlandés lo que parece bastante claro es que la situación es difÃcil, pero además lo significativo es que el punto de partida hacia el rescate de Irlanda es muy similar al español. Un mercado inmobilario que colapsa, una burbuja que estalla. Pero las reacciones no son las mismas. En Irlanda ante el colapso del sector inmobiliario decidieron dejar de invertir en infraestructras, eso ha llevado a que todas las profesiones relacionadascon la construcción hayan sufrido un importante aumento de paro, es decir, no sólo las constructoras e inmobiliarias, sino arquitectos, ingenieros, urbanistas, etc. no se ha invertido en infraestructas para transporte, no hay aeropuertos fantasma, ni megaobras como la “calle 30”, tampoco se ha invertido en realizar grandes hoteles o grandes infraestructuras públicas, ni siquiera rehabilitaciones, el sector al completo se ha parado.
Otro fenómeno relacionado con el sector inmobiliario que no ocurre es el de los deshaucios, me llegaron a afirmar que es prácticamente imposible que se de un deshaucio, en situaciones extremas puede ocurrir, pero en el 99% de los casos de impago de una hipoteca no ocurre, lo que está pasando es que se llega a acuerdos con los bancos, se paga sólo el interés, se paga un alquiler aunque la cada pase a propiedad del banco, es decir, la gente no se queda en la calle. Por un lado podemos pensar “qué maravilla”, pero las razones remontan a la historia propia, todavÃa presente. Durante el periodo de colonización de Gran Bretaña sobre Irlanda, los irlandeses fueron desalojados de sus casas por no poder pagar el alquiler, y junto a la gran hambruna, se vieron obligados a emigrar masivamente, asà que de alguna forma, tienen vetado el deshaucio, la memoria colectiva les recuerda no ser como los ingleses, no echar a nadie de su casa, buscan alternativas.
Desde el rescate, en Irlanda los precios de la vivienda han descendido entre un 60% y un 70%, además se ven muchos edificios vacÃos, lo cual da una idea de la burbuja inmobiliaria. Esto es tan asÃ, que han surgido iniciativas entorno a los espacios vacÃos, como es el caso de Pretty Vacant Dublin, quienes recuperan los edificios vacÃos como espacios de exposición temporal. Desde su punto de vista, creen que la mejor manera de visibilizar un edificio vacÃo es dotarlo de actividad, por ello usan su red de artistas para pensar y comisariar exposiciones contextualizadas en el espacio vacÃo concreto. Su forma de proceder no es okupar los espacios temporalmente, sino localizar al propietario del espacio y llegar a un acuerdo con él para hacer una exposición temporal. En ocasiones son los propios propietarios quienes se ponen en contacto, solicitando una exposición en su edificio vacÃo. El fenómeno de la okupación tal y como se puede conocer en otros paÃses europeos no ha prendido nunca en Irlanda, se han hecho intentos que no han llegado a buen puerto asà que en este momento, su opción es entrar en contacto con el propietario.
Cambiando la mirada de sitio, si caminamos por la calle principal de DublÃn Dame St, se ven bancos irlandeses, muchos, cantidad, casi todos los edificios importantes son bancos. Por tanto impresiona ver juntos a tantos bancos irlandeses, y que todos hayan sido nacionalizados. Verlos juntos, saber que su deuda está siendo pagada por los irlandeses, no dejar de crear una sensación fÃsica de angustia al pasear por la calle, más teniendo en cuenta, que mientras tanto se han llevado a cabo todo tipo de recortes, eso si, excepto el salario social (800€/mes).
Por otro lado llama la atención saber que casi todo está en manos privadas, la presencia de las grandes compañÃas tecnológicas da un poco de grima, Google, IBM, Cisco, etc aparecen en la mayorÃa de los eventos o instituciones como financiadores, hasta el punto, que aunque fuera un “lapsus”, un responsable del Ayuntamiento de DublÃn, aseguró que ante una posible querella o pleito con una de estas grandes compañÃas, el Ayuntamiento no tendrÃa nada que hacer, pues su equipo legal no podrÃa estar a la altura del equipo legal de las corporaciones. Lo cual da una sensación de fragilidad de lo público, de impotencia por parte del equipo del Ayuntamiento, en esos momento sólo un escalofrÃo encuentra su camino por el cuerpo.
Aunque también es cierto que en época de crisis, el Ayuntamiento de DublÃn, está invirtiendo recursos en aumentar los procesos de participación. Crean nuevos los canales de comunicación con la gente, asà está tomando iniciativas como dublinked.ie , donde pretende crear una red social para poner en contacto personas y recursos y que a través de la interacción puedan llevarse a cabo proyectos beneficiosos para la ciudad. También sorprende lo accesibles que están los responsables de las distintas áreas del Ayuntamiento, su disponibilidad para participar en eventos y el perfil en algunas ocasiones de su personal, totalmente inmerso en la comunidad del aÅ•ea en que trabaja (sea educación, medio ambiente, tecnologÃa…), quizá se deba a que al no preverse la salida de la crisis antes de 10 años, interese que los ciudadanos se involucren en el desarrollo de la ciudad.
Cosa aparte es el impacto que ese intento de acercamiento entre polÃticos y ciudadanos esté teniendo, pues suele pasar que el ciudadano que ha sido ignorado sistematicamente con anterioridad y que está sufriendo la crisis (el desempleo es del 15%, los salarios han bajado, etc) no esté dispuesto a dicha participación, como si se tratase de tocar un botón y cambiar de estado. Por conversaciones diversas, la sensación que he tenido es que los irlandeses en este momento están en una “inercia social”, apenas hay protestas, no hay ningun movimiento social fuerte, no se habla especialmente de polÃtica, más o menos todo el mundo ha asumido que con la crisis lo que toca es “arrrimar el hombro”. Es esa sensación de “paz social” la que ha hecho que muchas empresas optaran por instalarse en Irlanda, aparte de ser el paÃs con impuestos más bajos para las empresas. Podemos decir que socialmente es un paÃs paralizado, paralizado por el miedo.
Respecto a la privatización, antes mencionaba la presencia e influjo de las corporaciones tecnologicas, pero no son las únicas, ojalá. El puerto está privatizado, la recogida de basuras también, la mayor parte de las calles están privatizadas y eso es algo que realmente me sorprendió. Estando en algo que aparentemente podÃa pasar por una calle, con sus arbolitos, su acera, digamos que cumplÃa los requisitos de ser un espacio urbano, por donde se mueve la gente, desde el cual se accede a los edificios, pues resulta que no, en muchas ocasiones son propiedad de la constructora del edificio, a quien no sólo pertenece el “edificio” sino los accesos y alrededores, y no sólo eso también las fachadas y las zonas comunes del edificio, incluso aunque la persona haya comprado el piso, es decir, una persona compra un piso y sólo le corresponde las paredes interiores (no la fachada), sin zonas comunes. En conclusión una comunidad de vecinos no es gestionada por los vecinos sino por la constructora. Pero todo este proceso de privatización llevaba en marcha más de 10 años y la crisis lo único que ha hecho es acelerarlo y hacer lo más evidente.
Muchas otras cosas se han quedado en el tintero, exactamente cual es el rol de la iglesia católica, muy presente pero mucho más social de lo que estamos acostumbrado en España, cual es la relación entre ambas irlandas actualmente, quedan rastros de la violencia de antaño?. Por otra parte en el campo, lo que hay son grandes latifundios, por tanto la tierra pertenece a unos pocos, pero qué productos y donde se les da salida, pues el hacer la compra diaria es caro, en fin, el tiempo es limitado y hacer preguntas no :-), asà que podrÃa haber estado otro tanto tiempo queriendo averiguar más cosas, pero será en otra ocasión.
Pese a todo, en Irlanda se las apañan para hacerte sentir como en casa, su amabilidad, su cercanÃa, hay un calor humano que se hace raro en un paÃs del norte, donde llueve todo el dÃa, donde el cielo es gris, y sin embargo la gente te sonrÃe por la calle, siempre hay un gesto de atención, de complicidad, en conclusión, pese a la crisis y el rescate sus gentes son un encanto!!