A medida que pasa el tiempo, el grano y la paja pueden empezar a separarse, y ciertas palabras empiezan a unirse a ciertos significados, como que el neoliberalismo es una fábrica de vÃctimas.
Busca crear vÃctimas, vÃctimas como sujeto pasivo, atenazadas por el dolor, expuestas al poder y a lo que éste quiera hacer con ellas.
Experiencias que quiebran a la persona como base de relación entre los de abajo y los poderosos, la debilidad y fragilidad de los de abajo como elemento indispensable para los poderosos, asà se construye el neoliberalismo, creando vÃctimas.
VÃctimas son las del terrorismo, porque les han matado a un ser querido entonces se las mete en la jaula de seres ya sin voluntad y cegados por la experiencia. No tienen oportunidad de probar otras vÃas para escapar del dolor, vÃas como puede ser el silencio sin venganza, el conocimiento del agresor como medio para el entendimiento de lo sucedido, el diálogo como posibilidad para acabar con la violencia. A las vÃctimas del terrorismo se les recuerda su papel pasivo y sujeto a la voluntad del Estado, no deben interferir con la violencia de Estado.
VÃctimas son las mujeres, que por su género las meten a todas en un mismo saco, el del “género débilâ€, las cuentan como si fueran patos de feria, semana a semana o mes a mes, sólo nos dicen su nacionalidad o edad cómo si eso aportase información relevante, quizá la aporte para los discursos del poder. Nada sabemos de sus vidas, de qué les llevó donde estaban, de porqué estaban donde estaban, porque las vÃctimas de género son sujetos pasivos, y si tienen alguna razón que las lleva actuar de la forma que lo hacen, esa razón se les niega rotundamente, es una sinrazón y asà se encargan los poderosos de aclarar que son vÃctimas, y por ello será el Estado quien encuentre la solución, no serán ellas, lo harán por ellas.
VÃctimas son los hijos, porque con el fracaso escolar van a la deriva, nadie cree en ellos, porque los hijos deben ser sujetos pasivos, para amoldarles a las necesidades de los poderosos. La educación no se plantea como medio para ser libre, sino para ser sumiso. Las instituciones educativas garantizarán la creación de sujetos pasivos. Asà se les podrá convertir en vÃctimas.
VÃctimas son los padres, a quienes quitan el derecho de educar a sus hijos con leyes cada vez más intrusivas en el ámbito privado, vÃctimas tranquilas que no pudiendo dedicar tiempo a sus hijos confÃan que el Estado cuidará de ellos. Pero el Estado no les cuida, les convierte en vÃctimas.
VÃctimas son los trabajadores, cada dÃa realizando tareas más esclavizantes, donde los derechos no existen y el miedo es el medio para la productividad.
Sin embargo, el neoliberalismo no sabe que el ser humano no está destinado a ser vÃctima sino a ser libre, no entiende que bajo cada una de las vÃctimas que crea está la persona que busca ser libre, las cadenas del victimismo son pesadas, por eso, “funcionanâ€, pero no son parte del ser humano y por eso se pueden romper. Cada dÃa, sin que los poderosos puedan remediarlo, el ser humano va construyendo herramientas que le ayudan a ser libre y a mantener esa libertad.