Llevamos años oyendo la cantinela de que los autores se sienten “desprotegidos”, que se vulnera continuamente la ley de propiedad intelectual y por tanto los derechos de autor, cada vez que se usan las redes p2p, las web de enlaces o los enlaces en webs, que permiten la descarga de archivos con contenidos culturales (del derecho a copia privada se olvidan).
En su defensa salen las entidades de gestión, argumentando que las miles de descargas están hundiendo el sector (cualquiera al que se refieran), que eso implica muchos despidos dentro de la cadena de la industria, que afectará a miles de familias, a las que entre todos estamos dando la espalda, a las que vamos a llevar prácticamente a la ruina, siendo mayor delito en época de crisis.
OÃmos y leemos barbaridades como “En cinco años esto desaparece. No habrá ni canciones ni música” o “Nos estamos jugando nuestro futuro como Cultura”
Pero si recortamos la frase a “nos estamos jugando nuestro futuro”, o como dice David de MarÃa: “Yo llevo cinco o seis años viendo como mis amigos y compañeros se quedan en paro” o Loquillo quien dice “La música es empleo” (triste comparación), entonces poco a poco vamos llegando a la preocupación real, es decir, los autores tienen miedo a no percibir un salario por un trabajo.
¡¡¡¡Pues bueno bienvenidos al mundo real!!! Si leyesen un poco las noticias o si las escuchasen aunque fuese de lejos, se darÃan cuenta de que todo el mundo está en las mismas!!
Aún asÃ, “los autores” siguen siendo privilegiados pues, aunque no quieran reconocerlo, existen otras vÃas, como las que expone en el artÃculo Modelos de negocio: Cómo ganar dinero en un mundo perfectamente copiable (I)
Sin embargo, “el problema” que una y otra vez se está esquivando es el hecho de que la tecnologÃa está minimizando el trabajo mecánico y embrutecedor, posibilitando mayor tiempo para la creatividad, y creativos somos muchos, autores somos muchos y seremos más si tenemos tiempo para serlo.
No se trata de crear puestos de trabajo alienantes, mantener fábricas, ni industrias obsoletas, se trata se distribuir la riqueza que se está generando.
Entonces en lo que hay que pensar es cómo abolir “el trabajo” alienante, destruirlo para acabar con la esclavitud del trabajo asalariado pero colectivizando la riqueza material e inmaterial.
Debemos pensar en que la economÃa ha de ser colectiva y distribuida y que de ella nos podemos beneficiar todos, y todos es TODOS. El conocimiento debe ser compartido y parte del procomún. y el trabajo libre.